Entrenando a Conciencia (Edad cronológica y entrenamiento) Por: LAFD Hugo Díaz
Entrenando a Conciencia (Edad cronológica y entrenamiento) Por: LAFD Hugo Diaz
Edad cronológica y entrenamiento
Al hablar de la edad cronológica nos referimos a la edad que transcurre de acuerdo al calendario, el tiempo que ha pasado desde nuestro nacimiento hasta la actualidad, los años que tenemos de acuerdo a nuestra fecha de nacimiento. a diferencia de la edad biológica que se refiere a la edad de tus células, (tu organismo); pero lo que nos interesa hoy es lo referente a la edad cronológica, comenzaremos mencionando que esta clasificación que a continuación daremos no es una regla estricta y que puede variar dependiendo de algunos factores y/o autores, teniendo esto en cuenta diremos que los primeros niveles de edad juegan un papel decisivo en el desarrollo de los niños hablamos de la lactancia y la primera infancia ( 0 a 1 y de 1 a 3 años) en esta edad el punto principal de su desarrollo motor es aprender a caminar y la integración social. De manera general tendremos en cuenta que el desarrollo psicomotor a esta edad se da de cefal a podal, es decir comienza por la cabeza y termina en los pies por ejemplo el bebe comienza por levantar la cabeza y sostenerla, luego logra mantenerse sentado y por último se pone de pie, y de medial a distal es decir del centro del cuerpo hacia afuera si observamos el niño primero controla el tronco del cuerpo luego los brazos y piernas y después las manos y pies y al final los dedos, por lógica en esta edad no se requiere un plan de entrenamiento si no dar todos los estímulos posibles para lograr un buen desarrollo del niño en estos aspectos y una sana integración social; de los 3 a los 6/7 años viene la edad preescolar que es cuando se da la entrada a la escuela, en esta edad el niño se caracteriza por un instinto gestual y lúdico (juego) una marcada curiosidad por lo desconocido que aumenta a los 4/5 años “edad de las preguntas” tiene disposición por aprender pero una débil capacidad de concentración, es por eso que cambia constantemente de actividad, toma parte en un gran número de juegos que varía de diferente manera, su pensamiento es intuitivo, concreto y practico, se desarrolla bajo los juegos de acciones motrices practicas asi que se entiende que cualquier restricción del juego en esta edad puede afectar su desarrollo intelectual, es aquí cuando se da la primera separación del hogar y su campo de integración social se amplia, tomando importancia en este proceso su capacidad motriz, ya que un niño que lanza o atrapa bien la pelota, corre rápido, salta bien, etc, puede ser un buen compañero de juego y así mismo puede aumentar su capacidad de acción social, además al final de esta edad (entre 4 y 7 años) se da un crecimiento en altura y se comienzan a perder las proporciones típicas del niño pequeño, teniendo esto en cuenta para el entrenamiento debemos aprovechar el gusto por el movimiento y la disposición de aprender que mencionamos en este periodo, y orientar el entrenamiento a la adquisición de múltiples habilidades motrices por medio de ejercicios elementales que propicien situaciones de aprendizaje apropiadas, dicho en otras palabras, como padres de familia ante esta situación de pandemia que nos obliga a permanecer lo más posible en casa y por consecuencia limita la actividad motriz de nuestros hijos aunado a el uso de las nuevas tecnologías, en esta edad podemos buscar la posibilidad de fomentar actividades que le inviten a correr, arrastrarse, a trepar, girar sobre sí mismo, ejercicios de equilibrio, colgarse, estirar, lanzar, empujar, actividades divertidas y variadas que propicien que el niño desarrolle su esquema corporal es decir el conocimiento de su cuerpo en relación con sus partes y lo que lo rodea (conocimiento de sí mismo) esto le proporcionara buenas bases para cuando llegue a la edad escolar y la pubertad, tema que trataremos de abordar en las siguientes columnas ya que son temas extensos como el que acabamos de ver, pero que tratamos de resumirlo de la mejor manera y tratando de dejarles algo que les sirva en el desarrollo de sus hijos.